07 May Diamantes: todo lo que debes saber antes de comprar un diamante.
Los diamantes naturales son un tesoro. No existen dos diamantes iguales en la naturaleza. Creados en el manto terrestre hace unos 3.400 millones de años, bajo condiciones extremas de temperatura y presión, cada diamante desarrolla características y colores únicos, dependiendo de las condiciones que lo formaron, por lo que cada diamante es realmente único.
Desde que se descubrieron los diamantes en la India hace unos 2.500 años, al tocar esas piedras tan duras y frías, algunas personas sentían poderes místicos. Debido a su dureza, hasta el siglo XVI los diamantes no se podían facetar como otras piedras preciosas, por lo que durante siglos, los reyes los llevaron en sus joyas en estado bruto.
Los diamantes siempre han sido un símbolo de amor. El emperador mogol Shah Jahan engarzó un diamante en un anillo con la inscripción “acuérdate de mí” que puso en el dedo de su esposa favorita Mumtaz Mahal, fallecida al dar a luz a su décimo cuarto hijo, antes de entregarla el Taj Mahal, a orillas del rio Yamuna.
Actualmente los diamantes siguen transmitiendo emociones muy personales para quien los regala o se los compra.
El diamante es el material más duro que conocemos, cuatro veces más duro que cualquier otro elemento terrestre. No conduce la electricidad y la luz lo atraviesa a mayor velocidad que a otras gemas, por lo que apenas retiene el calor, siendo frio y sedoso al tacto.
Los diamantes deben entrarnos por los ojos.
Cada uno nos emocionaremos de forma diferente al ver en un diamante su fuego, que es una combinación de colores verde, azul y rojo que desprende como brillo, características que hacen únicos cada diamante.
Para estimar la calidad de un diamante se recurre a las 4 C, talla, color, pureza y peso en quilates, aunque lo mejor es siempre confiar en tu corazón y dejar que sea al diamante el que te escoja a ti, de esta forma, ese será para ti el mejor diamante del mundo, al cual podrás declarar amor eterno.
Las joyerías compran los diamantes ya tallados a mayoristas. Son muy pocas las joyerías a nivel internacional que tallan sus propios diamantes. El tallado de los diamantes es un proceso puramente artesanal en el cual la experiencia es fundamental.
Salvo los diamantes muy raros y especiales que son tallados en Amberes, la mayoría son tallados en la India y en China, por artesanos con años de experiencia y saber hacer.
Es difícil olvidar aquel anuncio de De Beers “un diamante es para siempre” y es que los diamantes han sido y son, las gemas más valoradas, por la dificultad de encontrarlas en la naturaleza.
A la hora de comprar un diamante, debes tener en cuenta…
Talla
La talla de los diamantes ha evolucionado a lo largo de la historia. Actualmente existen muchos tipos de talla, aunque la más famosa es talla brillante con 57 facetas.
Lo que se pretende con la talla no es únicamente dar una forma al diamante, sino que la luz que entra en la piedra, se refleje y salga por la cara superior o tabla, creando de esta forma un juego de colores entre azul, verde y rojo que se denomina fuego y que proporciona un brillo único al diamante.
La talla ha de tener unas proporciones concretas. Algunas veces, para conseguir mayor peso se realizan tallas con proporciones inadecuadas. Personalmente prefiero un diamante de menor peso y unas proporciones idóneas y que tenga fuego, a uno de mayor tamaño, mal proporcionado que apenas tenga brillo. Como consumidor debes buscar el brillo por encima del quilataje.
Color
El GIA (Instituto Gemológico de América) clasificó el color de los diamantes entre la D incoloro hasta la Z amarillo. Cuanto más incoloro sea el diamante, más raro es en la naturaleza y más caro resulta.
En la naturaleza también podemos encontrar diamantes azules, rojos, rosas, verdes, champagne y hasta negros. Siendo que los negros son los más baratos ya que no tienen brillo y los azules los más raros y caros, por lo que muy pocas joyerías los pueden tener en sus vitrinas.
Pureza
Los diamantes se forman al someter el carbono a altas temperaturas y presiones, por lo que frecuentemente contienen impurezas. Encontrar un diamante con pocas o ninguna impureza o grietas internas es muy raro, por lo que un diamante sin inclusiones es más caro.
Las normas internacionales establecieron que un diamante es considerado puro a partir del momento en que el ojo de un experto no descubriría ningún defecto con una lupa de 10 aumentos.
La escala de pureza clasifica los diamantes, en: FL, IF, VVS1, VVS2, VS1, VS2, SI1, SI2, SI3, P1, P2, P3.
Actualmente existen herramientas como el laser que permiten eliminar o camuflar determinadas impurezas y que salvo en un análisis realizado por un experto en un laboratorio gemológico con el instrumental necesario, será complicado poder identificar diamantes manipulados.
Peso
El peso de los diamantes se expresa en quilates, 1 quilate corresponde a 0.20 gramos. No debes confundir estos quilates utilizados para calcular el peso de una gema con los kilates cuando nos referimos a la calidad del oro.
Hasta hace unos pocos años, las joyerías estaban más interesadas en ofrecer información del peso que la calidad del diamante. El brillo es el factor más decisivo a la hora de comprar un diamante y depende de la pureza, color y de la calidad de la talla, nunca del peso.
Consejos del experto…
Clasificar un diamante por la calidad de la talla, el color y la pureza, es algo muy complicado. No solo se requiere haber estudiado gemología, sino muchos años de experiencia y habituar el ojo a pequeños detalles en cada diamante. Por muchos artículos que leas al respecto, te va a ser imposible apreciar esos pequeños matices en cada diamante. Lo mejor que puedes hacer es dejar este aspecto en manos de tu joyero de confianza.
Para ver el color real de un diamante se requiere la luz que tiene Londres a las doce de la mañana en un día nublado. En todas las joyerías te podrán ofrecer una lámpara de luz día, aunque personalmente me encanta ver su brillo en la calle con luz natural.
No busques el mejor color o calidad, apenas vas a percibir la diferencia. Busca dentro de las calidades comerciales un color G, H o I y una calidad VVS2 o VS1, pero si quieres que tu diamante tenga un fuego maravilloso y te enamores de su brillo, procura que no tenga fluorescencia y que la forma de la talla sea lo más perfecta posible. Personalmente, escogería una talla brillante.